miércoles, 21 de enero de 2015


De acuerdo a estas teorías nuestra conducta es el resultado de las fuerzas psicológicas que operan dentro del individuo. A menudo, son procesos de los cuales no somos conscientes.
Sus trabajos de Freud se centran en la influencia de las experiencias infantiles tempranas para explicar la personalidad, y así mismo los conflictos inconscientes con que el sujeto se enfrenta.

(Domínguez, 1992) “Según Freud los pensamiento, impulsos y decisiones están determinados por dos tipos pulsiones inconscientes:
a.  Eros o pulsiones de vida, en este no sólo son las pulsiones sexuales, sino también las pulsiones de auto conservación, estas inducen buscar compañía, reconocimiento y comprensión.
b.  Thanatos o pulsiones de muerte son aquellas designas destructoras, que se muestran bajo la conducta agresiva que enfrenta los humanos contra sí mismos.

Estas se rigen por dos principios:
a.  El principio de placer es una energía psíquica inconsciente que trata de satisfacer los impulsos instintivos de supervivencia, reproducción y agresión y persiguiendo siempre su satisfacción inmediata. Toda actividad psíquica persigue reducir tensiones y evitar cualquier sufrimiento, para lograrlo el organismo descarga la libido o impulso sexual en un objeto que le provoque satisfacción. De esta manera, el organismo se descarga de la sobreexcitación y retorna al equilibrio.

b.  El principio de realidad. A atreves de estés hay un razonamiento inteligente, el Yo, que trata de adaptarse al ambiente, regula los deseos y renuncia al placer inmediato a favor de un placer futuro. Se ajusta a las condiciones externas. Si quiere satisfacer sus deseos, el sujeto debe postergarlos hasta el momento en que las circunstancias de la realidad se lo permitan. Gracias a este principio, el individuo se socializa, aprendiendo a controlar su egoísmo primitivo y descubriendo los fundamentos del orden social, la moralidad, etcétera. (Bernstein, 1982).

1 comentario: